Piazza Duomo en Lecce es el corazón religioso y artístico de la ciudad, y uno de los ejemplos más destacados del barroco leccese. Antiguamente llamada "Cortile del Vescovado", era un espacio cerrado reservado al clero, abierto al público solo en el siglo XVIII.
La estructura actual de la plaza data del siglo XVII, cuando el obispo Luigi Pappacoda encargó al arquitecto Giuseppe Zimbalo transformar el área en un extraordinario complejo arquitectónico barroco, donde la piedra leccese es la protagonista absoluta.
El Duomo de Lecce, situado en la plaza, está dedicado a Maria Santissima Assunta. La iglesia, que data de 1144, fue completamente reconstruida en 1659 por Giuseppe Zimbalo a petición de Pappacoda. Zimbalo diseñó dos fachadas: la principal, orientada hacia el interior de la plaza, es relativamente sobria, mientras que la fachada secundaria, que da a la Via Vittorio Emanuele, está ricamente decorada con elementos barrocos típicos. El interior de la catedral se divide en tres naves y alberga importantes obras de arte, como el techo de madera decorado y varias pinturas de gran valor artístico.
Junto al Duomo se alza el majestuoso Campanile, que con sus 72 metros de altura domina la ciudad y ofrece una vista impresionante que se extiende hasta el mar Adriático. También diseñado por Giuseppe Zimbalo, se completó en 1682 y destaca por su elegancia y armonía arquitectónica.
La plaza también está rodeada por el Episcopio, el palacio del obispo, construido en el siglo XV y ampliado en los siglos siguientes. El palacio se caracteriza por un pórtico con columnas y decoraciones barrocas, y una serie de ambientes ricamente decorados que reflejan la importancia del poder eclesiástico en la ciudad.
Frente al Duomo, se encuentra el Palazzo del Seminario, construido entre 1694 y 1709 según el proyecto de Emanuele Manieri. La fachada, muy elegante, se distingue por un portal central y ventanas decoradas con motivos barrocos. En el interior del palacio se encuentra el Museo Diocesano, que alberga una rica colección de arte sacro y testimonios históricos de la diócesis de Lecce.
Piazza Duomo es un espacio único, cerrado en tres lados, que crea una atmósfera íntima y solemne. Por la noche, la iluminación artificial resalta la belleza de las decoraciones en piedra leccese, dando al lugar un encanto aún más sugestivo. Hoy en día, es uno de los lugares más visitados de Lecce, símbolo del patrimonio histórico y artístico de la ciudad y del barroco leccese.